Elecciones en Brasil: Rousseff encabeza el recuento


La candidata del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, encabeza el escrutinio en las elecciones presidenciales en Brasil con el 43,62% de los votos, cuando ya se han contabilizado más del 50% de los sufragios.

Según los datos parciales del Tribunal Superior Electoral (TSE), el porcentaje que con el que cuenta Rousseff, la candidata del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, no le alcanzaría para ser elegida presidenta en primera vuelta.

Con más de la mitad de los votos escrutados, José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuenta con el 34,90% de los sufragios, mientras que la candidata del Partido Verde (PV), Marina Silva, tiene el 20,31%.

Los colegios electorales cerraron sus puertas a las cinco de la tarde. Pero en un país tan grande como Brasil, con tres husos horarios, esta clausura se produce en tres tiempos: primero el archipiélago Fernando de Noronha, después en la parte oriental del país y, por último, en los siete estados más occidentales.

Desde el primer momento, los medios locales comenzaron a divulgar sondeos a boca de urna cuyas proyecciones, de momento, no despejan la duda de si será necesaria una segunda vuelta.

Sin incidentes


Dilma Rousseff y Tarso Genro,  Tarso Genro, candidato a gobernador de Río Grande do SulRousseff señaló que está tranquila con los resultados, aunque se haya de celebrar una segunda vuelta.

Salvo casos aislados en varios colegios electorales donde cerca de 400 personas fueron detenidas por efectuar propaganda electoral, la jornada de votaciones transcurrió sin incidentes importantes. "Dilma ganará hoy sin necesidad de segunda vuelta y continuará con el crecimiento que inició Lula", le aseguró a BBC Mundo Fernando Gomes, barrendero municipal, a las puertas de un colegio electoral en la plaza de la República, en el centro de Sao Paulo. Palada Badu, ingeniero químico y votante del principal candidato opositor, José Serra, mostró una opinión distinta. "Muy posiblemente habrá una segunda votación y espero que gane Serra porque tiene más experiencia política y será bueno para el país", comentó justo después de depositar su voto en el barrio de Pinheiros. Más allá de los centros electorales, eran pocos rastros de la campaña visibles en las calles de Sao Paulo, donde desde 2007 la ley Ciudad Limpia contra la "contaminación visual" limita el uso de afiches de propaganda electoral. Sin embargo, desde primera hora de la mañana, cerca de 136 millones de brasileños acudieron a los colegios electorales de todo el país para cumplir con su derecho –y su obligación- constitucional. Un proceso electoral complejo –donde el uso de urnas electrónicas está ampliamente extendido- a través del cual Brasil elegirá, además de un nuevo presidente, a los gobernadores y los miembros de las cámaras de los 26 estados y del distrito federal, a los diputados y a dos tercios del Senado.

¿Quién sucederá a Lula?


José Serra del PSDBJosé Serra apuesta por una segunda vuelta.

Pero el resultado más esperado de esta jornada es quién sucederá a Luiz Inácio Lula da Silva y presidirá el mayor país de América Latina durante los próximos cuatro años. De acuerdo con todas las encuestas, Rousseff es quien más probabilidades tiene de asumir esa responsabilidad. Y para la mayoría, la principal incógnita de esta jornada reside en saber si la candidata del PT superará el 50% de los sufragios o necesitará una segunda vuelta para convertirse en la primera presidenta del gigante latinoamericano. "Espero tranquila el resultado, sea en primera o en segunda vuelta", afirmó Rousseff tras depositar su voto a primera hora de la mañana en el sureño estado de Río Grande del Sur. Muchos aseguran que Rousseff debe gran parte de su popularidad al presidente Lula, quien la apadrinó como candidata y, tras ocho años de gobierno, abandona la presidencia con una popularidad en torno al 80%. clic Lea: La estrella de las elecciones es ... Lula "Sólo lamento que esta es la primera vez que voy a votar y no veo mi cara (entre los candidatos)", bromeó Lula al salir de su colegio electoral en San Bernardo do Campo, la ciudad industrial de la periferia de Sao Paulo donde comenzó su carrera como sindicalista en los años 70. El todavía presidente, admitió la posibilidad de que se tenga que celebrar una segunda vuelta. "Yo no gané ninguna elección en la primera", afirmó.

A por la segunda vuelta



Candidatos rápidos, candidatos lentos





Como si de una carrera se tratara, a la prensa brasileña le gusta destacar el tiempo que tardan los principales candidatos en marcar en las urnas electrónicas el código numérico de su elección. Un dato anecdótico que da a la jornada electoral un ligero aire "deportivo". A falta de conocer los resultados electorales, esta competición ya concluyó. Y estos fueron los tiempos: Dilma Rousseff, 46 segundos, José Serra, un minuto y 23 segundos y Marina Silva, dos minutos y medio. Luiz Inácio Lula da Silva, obtuvo la mejor "marca", 25 segundos. Pero claro, como presidente saliente, está fuera de competición.



En este sentido, la posibilidad de un balotaje –que se celebraría el próximo 31 de octubre- es quizá la mayor esperanza de los grupos opositores. "Si Dios quiere, vamos a la segunda vuelta, por el bien de Brasil”, apuntó José Serra al salir acompañado de sus aliados de su centro electoral en Sao Paulo pasada la una de la tarde. Para algunos analistas, las elecciones de este domingo son un momento clave en la carrera política de Serra, quien durante su larga trayectoria política fue ministro, gobernador y alcalde de Sao Paulo, y ya resultó derrotado por Lula en los comicios presidenciales de 2002. Igualmente segura de que habrá una segunda vuelta se mostró Marina Silva, candidata del Partido Verde –tercera en intención de voto-, a quien la última encuesta publicada por el diario Folha de Sao Paulo le adjudica 17% de los sufragios. clic Lea: Brasil ¿un país de clase media? "Lo que hay en la calle es mucho mayor que lo que muestran los sondeo y eso se verá mañana”, afirmó Silva –ex militante del PT- a las puertas de su colegio electoral en Rio Branco, la capital del estado de Acre, fronterizo con Perú. Sin embargo, el PT parece estar tan convencido de que los resultados le serán favorables que, según publica la prensa brasileña, 48 horas antes del cierre de los colegios electorales, envió una solicitud de refuerzo policial en la Explanada de los Ministerios de Brasilia de cara a la posible fiesta de celebración de la victoria de Rousseff a la que también asistiría Lula. "Nadie está preparando ninguna fiesta. Tenemos mucho respeto por el proceso electoral", indicó este sábado Rousseff. De momento, a falta de conocer el resultado de los comicios, la mayoría de los analistas están de acuerdo en que el próximo gobierno, sea del partido que sea, tendrá un corte continuista con el de Lula. Al mismo tiempo, muchos se preguntan cómo será Brasil sin él

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