Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia



La Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia se encuentra ubicada en la ciudad de Salvaleón de Higüey, en la República Dominicana, siendo esta catedral epónima de la provincia de La Altagracia.


La advocación procede posiblemente del pueblo español de Garrovillas de Alconétar (Cáceres), aunque se apunta también el de Siruela (Badajoz). Ambas poblaciones tienen a la Virgen de Altagracia como patrona y sendas ermitas dedicadas a ella. Otro dato que apunta a la región extremeña es que Nicolás de Ovando nació en Brozas (distante 10 kilómetros de Garrovillas) y además ejerció el cargo de Comendador de Lares (distante 11 kilómetros de Siruela) antes de llegar a La Española como Gobernador de las Indias en el año 1502 Historia


La obra de la Basílica de Higüey o de Nuestra Señora de la Altagracia, fue construida por los arquitectos franceses André Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré, los cuales fueron elegidos a través de un concurso internacional anunciado en 1947, pero se llevó a cabo en 1949, en la cual fue elegida la propuesta de los arquitectos ya mencionados.


La Basílica fue construida para reemplazar el antigua santuario, en donde apareció La Altagracia, el cual data de 1572. La Basílica se comenzó a construir en 1954, por órdenes del primer Obispo de Higüey, Monseñor Juan Félix Pepén, la cual duró 17 años para su construcción



El 21 de enero de 1971 es inaugurada la actual Basílica de Higüey o de Nuestra Señora de La Altagracia a cargo del entonces Presidente Dr. Joaquín Balaguer. El 12 de octubre del mismo año, es declarada como Monumento Dominicano, y el 17 de octubre del mismo año el Papa Pablo II la declara como Basílica Menor. dos años después, el 15 de agosto de 1973, es declarada como Diócesis de Salvaleón de Higüey.


La Basílica fue construida en el centro de la ciudad, con una estructura en forma de cruz latina, la puerta principal está hecha de bronce con un baño de oro de 24 kilates, además tiene un campanario de 45 campanas hechas de bronce cada una.


Desde Roma, fue bendecida la Basílica por el mismo Papa Juan Pablo II y el 12 de octubre de 1992, en su segunda visita al país, el Papa Juan Pablo II coronó personalmente a la imagen de La Altagracia con una diadema de plata sobredorada, y también aprovecha la oportunidad para bendecir personalmente la Basílica y a todo el pueblo de República Dominicana.


Hoy en día, es uno de los santuarios o templos religiosos del país y de Latinoamérica más visitado, no solo por los habitantes del país, sino también por muchos extranjeros. En la Basílica se encuentra la imagen de La Altagracia, la cual fue la primera evangelizadora de América y el Nuevo Mundo

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